Los
educadores y educadoras fuimos sorprendidos por
una pandemia que nadie esperaba en ninguna parte del mundo
y peor aún, ningún país estaba preparado con la
logística suficiente para la supresión de la pandemia, antes
de que esta provocara la muerte de seres humanos.
Países como Cuba, Corea del Sur, República Checa o Rusia, han enfrentado la pandemia de forma más exitosa, en comparación con otras naciones que han visto incrementado exponencialmente el número de víctimas infectadas y fallecidas.
Aparte de ello, el coronavirus ha provocado la modificación de cotidianidad de las sociedades a nivel mundial, incluso de las formas en que compartimos la docencia. Las y los docentes nos hemos visto en la necesidad de migrar sin previo aviso a las plataformas virtuales y redes sociales para dar continuidad a los procesos de enseñanza - aprendizaje. Pero en este traslado de la asistencia presencial a los centros educativos, hacia entornos virtuales de aprendizaje, debemos tomar en consideración algunas características implícitas en la educación a distancia no presencial.
1- No todos los estudiantes tienen las mismas facilidades de acceso a internet y los dispositivos que les permitan la conectividad.
2- La ubicuidad
es una ventaja de la educación en línea, sin embargo este
proceso debe ser más flexible que la educación
presencial.
3- Esta
coyuntura es especial, porque la crisis que ha provocado el
coronavirus hace que los procesos de aprendizaje pasen
a un plano diferente al común, por la ansiedad y
dificultades económicas extras que la misma crisis
provoca.
4- Los
educadores y educadoras debemos tomar en cuenta la
salud emocional de los estudiantes y dar prioridad a
este aspecto. Desde la preprimaria hasta la Universidad, debe
ser función de los y las docentes apoyar y fortalecer la
salud emocional de los educandos para que desarrollen resiliencia
ante la ansiedad, angustia y estrés que puede
provocar la situación.
5- Los y las
docentes también somos seres humanos por lo que debemos
apoyarnos entre nosostros compartiendo ideas, estrategias
y fortaleciéndonos emocionalmente de forma mutua, para hacer más
llevadera la difícil situación.
Como todas las crisis, esta crisis pasará, pero debemos salir de ella con más aprendizajes y reinventados para ser mejores seres humanos, mejores ciudadanos y mejores educadoras y educadores.
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