Marco Morales Figueroa
Mi afición por la poesía me lleva a compartir en esta ocasión un poema, a manera de homenaje, a esos consejos y esos regaños que pudimos haber recibido algunas veces. Para la próxima les ofrezco retornar a la reflexión, crítica y autocrítica, también muy necesarias para la urgente transformación social, pero esta vez con mucho cariño para ustedes:
Pan para tu matate
Me lo decían seguido,
con voz de cariño, con voz de combate,
de compañero que quiere ayudarte,
prestale atención, es pan para tu matate.
Mi papá me lo decía directo,
mi mamá me lo decía entre guiños,
mientras, yo, crecía escuchando:
si te regaño es porque no quiero
que lo malo que pasé pueda pasarte,
escuchame, es pan para tu matate.
Agradezco cada consejo, cada regaño,
cada abrazo con sabor a te quiero.
Sin embargo seguramente molesto
más de mil veces respondí con mal gesto
y sé muy bien que no debí hacerlo.
Por eso te digo compañero,
si escuchas consejos con voz de cariño
en vez de golpear con rostro insolente
abraza las palabras
de quien desde su vida quiere apoyarte,
que tu actitud no sea indolente
y nunca lo olvides, pan para tu matate.
Comentarios
Publicar un comentario