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Mitos e importancia de la lectura


Comencemos aclarando que por lectura se entienden dos cosas parecidas pero no siempre vinculadas. Lectura es la transformación de los símbolos gráficos socialmente convenidos como los elementos básicos y fundamentales de la escritura (abecedario) en fonemas comprensibles para el oído humano y en conceptos mentales básicos. Es la más elemental de sus manifestaciones. Así, cualquiera entrenado para descifrar los símbolos del abecedario (español en nuestro caso) podrá pronunciar fonética mente la siguiente frase:
La flor roja.
Que en los oídos de aquellos que no saben leer cobrarán un sentido definido. El mismo sentido que tendría para quien leyese en silencio pues las ideas representadas por los símbolos interpretados son las mismas que representan los sonidos pronunciados por el lector. Si el conjunto de símbolos no tiene asociada una idea concreta, puede leerse y pronunciarse pero no significara nada a oídos de quien escucha. Por ejemplo.
Gazkupiro sotokolo agarenka lelolai
El lector hallará pronunciable los símbolos en un equivalente fonético pero no podrá dar una interpretación de los mismos porque no hay ideas asociadas. De igual manera, si la frase estuviera escrita en un idioma diferente, para el lector común, los símbolos le resultarían familiares pero desconocería el valor fonético de los mismos y procedería a realizar la lectura en los valores que conoce, los del español, por ejemplo:
La petite fleur rouge.
Los símbolos ordenados con coherencia le indicarían la presencia de palabras, pero la pronunciación aplicada, al no ser la precisa no representaría nada para el lector ni para los oyentes. Incluso si hubiera un francés analfabeta no comprendería el mensaje por no aplicarse durante la lectura el valor fonético adecuado a los símbolos interpretados. Esta es la lectura mecánica.

Lectura es también, la interpretación de conceptos complejos escritos de manera gráfica y que no poseen un referente físico y cuyo significado es relativo al contexto. Se necesita más que sólo la capacidad de transformar los símbolos en fonemas identificables. Si por ejemplo nuestro lector ficticio se topara con la siguiente frase:
Es solo a través de la introspección que el individuo consciente puede determinar sus falencias y subsanarlas.
Si nuestro lector no está familiarizado con los conceptos y su significado, aunque sea capaz de pronunciar a la perfección los símbolos que ha transformado a sonidos, no tendrá éxito en explicar lo que acaba de leer a sus escuchas. Esta es la lectura interpretativa, en la que además de traducir a sonidos los símbolos vistos, se tiene la capacidad de interpretar los conceptos escritos no inteligibles por los escuchas en términos e ideas que sí les resultan asimilables. Este nivel de lectura es el mínimo requerido para quienes leen por diversión u obligación. Sin esta capacidad interpretativa no tendrá fruto ninguna lectura en la escuela, colegio o universidad.

Estos son los dos significados más comunes de lectura. Y como no es un ensayo ni tratado de la lectura en sí, dejaremos cualquier clasificación académica de lado e iremos al grano.

Mitos

Hay mitos sobre las virtudes y los peligros de la lectura, sobre sus efectos benéficos y sus consecuencias maléficas.

A) Leer te vuelve loco: Generalmente se cree que leer mucho enloquece a las personas, que tanta información acumulada sobresatura el cerebro, la memoria y quema las neuronas. Que perturba la mente y lleva a la demencia. Que las pobres almas afectadas acaban perdiendo toda noción del tiempo y del espacio y aislándose de la realidad circundante. El Don Quijote de Cervantes es una mofa satírica a este mito, su excelso antihéroe ha perdido la cordura por tanto leer libros de caballería y sale al mundo en busca de aventuras. Tan desconectado está de la realidad que cree ver doncellas en mozas feas y gigantes de cien brazos en molinos de viento. Al final, el loco que no dañaba a nadie, el de las más justas acciones y el más humano de los hombres acaba muriendo de tristeza, no por las lecturas que le dieron sentido a su vida sino por la incomprensión de sus amigos que lo forzaron a una cuerda existencia miserable.
Por supuesto que hay que saber qué leer, el contexto de la obra y no fanatizarse. En el conjunto de mitos lovecraftianos, Lovecraft y algunos de sus colaboradores retratan personajes que enloquecen de tanta lectura. Siendo éstos autores lectores incansables, es claro que no critican el exceso de lectura en sí sino la obsesión de sus personajes por temas en específico que los han llevado a la monomanía. Los personajes de Lovecraft han enloquecido de tanto consumir lecturas prohibidas de diablos y demonios.
Nadie que lea a Nietzsche se volverá loco, aún cuando haya quien diga que Hitler enloqueció de tanto leerlo. No fue el exceso de lectura sino la obsesión insana de alcanzar el ideal perfecto de la raza aria lo que lo  trastornó. Ni la lectura de la literatura erótica te convertirá en un pervertido ni leer mucha literatura policíaca te hará un villano o un superdetective. Será tu obsesión insana en un tema determinado lo que puede llegar a dañar tu psique. 


B) Leer te dejará ciego: no, siempre que tomes todas las precauciones debidas. Si necesitas anteojos, consíguelos o el forzamiento extremo agravará tu padecimiento: miopía o hipermetropía o astigmatismo y hasta puede provocarte estrabismo el leer muy de cerca dado que el ojo dominante enfocará y el otro al no hacerlo, será ignorado por aportar ruido blanco y tomará su propio camino.
Mantén una iluminación adecuada, si es natural mejor y procura que sea luz de ambiente (atmosférica) y no iluminación directa del sol. El reflejo directo del sol puede irritar y resecar los ojos, además de cansar los receptores del nervio óptico causando que veas una mancha verde. Si aún así insistes en leer bajo el sol pues procura que el papel sea amarillento o de color natural sin blanquear. Y ponte anteojos obscuros que bloqueen la radiación, los de plástico de feria ambulante no son la mejor opción. La sobre estimulación del nervio óptico con luz intensa puede causar ceguera nocturna.
Si lees en interiores, que tu fuente de luz sea suave y cercana, una lámpara de mesa estará bien. Si tu fuente de luz es débil o lejana y luego de leer un rato sientes que tu visión se obscurece, interrumpe la lectura y descansa.
Las pantallas de lectores, tabletas, teléfonos, computadoras y otros dispositivos deben atenuarse y calibrarse.
En lecturas prolongadas hay que tomar descansos y realizar ejercicios visuales para descansar los ojos. Incluso estar hidratado es importante para que el ojo lubrique adecuadamente. Leer no te dejará ciego siempre que tomes todas las precauciones debidas.

C) Leer es para nerds, ñoños, tontos, débiles, cobardes, ratones de biblioteca, freakies, perdedores, gente sin autoestima y raritos psicópatas.
De ninguna manera, leer es un acto necesario para informarse, para obtener conocimiento y la experiencia de los otros que no pueden transmitirla por otros medios por diversas razones. Leer no depende de la fuerza física sino del interés y la voluntad. Lo mismo lee un anciano parapléjico que un joven boxeador, una niña de primaria que una mujer astronauta. Leer fue en el pasado un privilegio de las élites y de ciertas profesiones, sin embargo, ahora que es una capacidad adquirida gratuita y obligatoria, resulta despreciada y relegada por prejuicios culturales o por la asimilación y apropiación de los estereotipos transmitidos por los medios de comunicación.
La cultura pop estadounidense nos ha vendido la idea de los nerds, tipos que leen mucho y que obtienen calificaciones perfectas pero que son perdedores en el amor y la basura periférica de su sociedad donde el éxito se reserva a los apuestos musculosos populares con fortuna para derrochar y una visión superflua de la vida.
El prejuicio cultural propio que nos señala que leer no sirve para nada, también minimiza el valor de la lectura. Si lees en vez de ver un partido de fútbol, eres raro y más raro si prefieres leer la obra impresa que oír el audio libro o ver la película.
Olvidamos que la vida real difiere de las producciones televisivas y del cine. Incluso en países de primer mundo se ha usado la lectura como sinónimo de inclinación al mal, en el caso de Los tres de West Memphis se determinó la culpabilidad de uno de los acusados porque era un ávido lector de Stephen King. 18 años más tarde se determinaría su inocencia por falta de pruebas, pero el prejuicio sigue patente en esa sociedad. Lo curioso es que King es el autor favorito de muchos artistas influyentes como Steven Spielberg y George Lucas, y otros académicos, músicos y escritores que no son psicópatas que sepamos. 
Los guerreros más famosos de la Grecia antigua eran lectores empedernidos porque a la par que soldados eran también filósofos, científicos y estadistas; y el mismo Caio Julio César leía sin descanso. Su tenacidad y fortaleza lo hicieron conquistador de las Galias y Britania. Sun Tzu, el prototipo de estratega militar y autor del famoso libro "El arte de la guerra" cita muchas obras que sólo pudo conocer por la lectura. Leer no es de débiles ni de raros ni de psicópatas. Tampoco es de hombres o mujeres o maricas. Leer es de todo aquel que quiera y tenga la voluntad para hacerlo. 

D) Si lees mucho eres muy inteligente; gracias por participar pero no. Reducir la inteligencia a la cantidad de información que consumes es absurdo. Si no se tiene la capacidad de almacenar, procesar, analizar, comprender, sintetizar, vincular, comparar, criticar, recrear y/o reestructurar la data que has consumido, no puedes preciarte de poseer inteligencia. La inteligencia es el conjunto de capacidades y elementos que te permiten procesar los estímulos externos e internos y comprenderlos, asimilarlos, discriminarlos, y determinar su valor y utilidad. ¿Significa que leer mucho no sirve de nada? No malentiendas las cosas, leer tiene múltiples beneficios que mencionaremos luego, el punto acá es que el mero hecho de leer mucho no significa que seas más inteligente que los demás.

E) Leer mucho me hace más sabio y más intelectual; como en la situación anterior, el mero hecho de leer mucho no aporta ni sabiduría ni intelectualidad.
Partamos de que para ser sabio hay que ser inteligente, pero no todos los inteligentes ni intelectuales son sabios. La intelectualidad puede definirse como la condición pensante del ser humano en una rama específica de las ciencias humanas. El antropólogo muy versado en su rama profesional, que es capaz de usar su expertise y conocimientos teóricos y prácticos, es un intelectual. Hay intelectuales en cada rama del saber humano. Para ser un verdadero intelectual se requiere inteligencia y preparación constante. Hay falsos intelectuales, por supuesto, que ensucian el prestigio de los verdaderos.
Entonces ¿por qué todos los sabios son inteligentes y/o intelectuales pero no todos los inteligentes ni intelectuales son sabios?
La sabiduría es la capacidad de aplicar el conocimiento con propiedad en las distintas situaciones de la vida. Si tu inteligencia y tu intelectualidad tienen fines mezquinos no eres sabio. La inteligencia puede usarse para el mal y nadie puede negarlo, he ahí el doctor Menguele. Un intelectual puede ser el mejor en su campo y ser, sin embargo, socialmente miope. Los intelectuales del capitalismo destrozan economías enteras en nombre del mercado, mandando poblaciones enteras a la miseria extrema sin boleto de retorno, son inteligentes e intelectuales pero no sabios.
La sabiduría demanda un sentido claro de la justicia, mucha empatía, capacidad de misericordia y alteridad y el uso de todas las inteligencias en la aplicación del conocimiento y uso del intelecto. Los sabios no se ciñen a los preceptos morales imperantes pero eso es harina de otro costal.
Resumiendo, el mero hecho de leer mucho no te hace sabio ni intelectual, para ello debes complementar la lectura con una seria formación y con el desarrollo de capacidades.

F) Leer me hace superior a todos; no, definitivamente no. Porque si piensas de esa manera tus lecturas no han sido asimiladas adecuadamente o estás leyendo material de adoctrinamiento y en vez de desarrollarte como persona integral te estás fanatizando, y la época de los hitlerianos, stalinianos, supremacía al estilo del KKK ya pasó. Para ser superior se requiere mucho más que sólo lectura, es preciso la autocrítica, y la transformación consciente y voluntaria del propio yo en todos sus aspectos.

G) Sólo los libros académicos son educativos; de ninguna manera. Todo libro puede aportar algo, incluso un mensaje distinto al que se lee en sus párrafos, pero para obtener este mensaje es preciso leer intuitivamente. El metalenguaje es aquel lenguaje que se vale de otros signos para presentar un mensaje no disponible a la vista común.
Muchas personas encuentran estos significados por intuición, otros se valen del análisis hermenéutico para hallarlo. El metalenguaje no es exclusivo ni privativo de la lengua escrita sino que abarca todo aquello que puede usarse para comunicar algo: símbolos, signos, formas, sonidos, colores, olores, texturas, imágenes, gestos, etc., (Acotación: lenguaje y lengua son distintos. La lengua es una subdivisión del lenguaje.).
Así como la música y los efectos de luz y sombra nos ayudan a entender la emoción contenida en una película: tristeza, miedo, ansiedad, angustia, alegría, amor. Emociones que comprendemos por intuición, porque nada de lo que vemos en pantalla representa realmente las emociones, somos nosotros los que comprendemos el mensaje oculto a través del conjunto de cosas y nuestra interpretación sobre referentes previos.
Lo mismo pasa con la lectura, muchos textos tienen un significado inmediato o primario, es decir, lo denotativo; y un significado oculto o secundario (metamensaje o metasignificado) que constituye lo connotativo. Este significado secundario sólo es comprensible por el metalenguaje.
La poesía, los acertijos, las adivinanzas, los cuentos, las fábulas, las leyendas, incluso las novelas pueden interpretarse más allá de su significado primario y aportar al conocimiento individual o colectivo. Por ejemplo, El príncipe idiota de Dostoyevski puede leerse tal cual y uno puede sentir simpatía o aversión por los personajes, acabar el libro y abandonarlo en un estante donde se cubrirá de polvo. Pero siempre habrá alguien que entrevea un mensaje trascendente y si buscamos en la red, hallaremos ensayos y tratados académicos que analizan la obra y obtienen conocimientos valiosos que nosotros no pudimos ver.
De toda lectura puede obtenerse conocimiento aunque no sea un texto científico o académico.

H) Leer no cansa ni desgasta; un mito basado en apariencias, que la lectura exija la menor cantidad de movimientos corporales no implica que el acto de leer sea algo espiritual o etéreo que no demande el uso de energía física.
Por supuesto que la lectura se realiza estando sentado, o tendido o acostado (posición de decúbito en todas sus variantes) en una cama, hamaca, sofá o diván; en el suelo mismo, sobre una roca, debajo de un árbol o sobre la arena. La comodidad es imprescindible para lograr la mayor concentración y evitar interferencias físicas. Una silla acolchada reduce el nivel de estrés y de cansancio. Despectivamente se le cuestiona al lector, cuando expresa su cansancio físico, acerca de su fatiga: ¿cansado de qué si te la pasaste echado leyendo?. Bien, no es lo mismo yacer en reposo absoluto acumulando energía que realizar trabajo cognitivo, nuestro cerebro es parte física de nuestro cuerpo y demanda de cantidades grandes de energía cuando se concentra en una actividad específica. El estrés resultante se redirige al cuerpo que lo absorbe y lo retiene o disipa. La glucosa y el oxígeno que alimentan nuestros músculos también alimentan nuestro cerebro y el cuerpo debe procurarlos constantemente. Las neuronas deben generar constantemente nuevas estructuras sinápticas en la medida en que se enfrentan a estímulos nuevos y almacenarlas en la memoria. De igual manera deben recuperar estructuras sinápticas previamente creadas para usarlas, o modificarlas. Todo este proceso demanda además cantidades altas de electricidad.
Si le sumamos el continuo movimiento ocular y el esfuerzo voluntario para ignorar distractores, el cansancio está asegurado. El cansancio mental es fácilmente detectable, si luego de leer un largo rato, resulta difícil procesar una oración o un párrafo completo, lo mejor es interrumpir la lectura y descansar un poco, comer algo o beber algo. 


I) Para leer no se precisa más que el libro; relativamente no. Sí que se requieren elementos de apoyo, diccionarios principalmente y si es preciso enciclopedia.
Pero esto es relativo al nivel formativo del lector y a su bagaje cultural y de conocimiento universal. Mientras más sepa menos recurrirá a las herramientas de apoyo. Para los lectores principiantes, las herramientas de apoyo son imprescindibles, si una palabra no se entiende por contexto o a pesar de él sigue siendo ambigua, es preciso recurrir al diccionario para hacerse con todas las acepciones posibles y hallar el sentido preciso de la palabra en la frase.
Todo lector debe tener como mínimo un diccionario enciclopédico y uno de sinónimos y antónimos. Los diccionarios especializados ayudan mucho con textos científicos y más si son de la materia que se estudia. Por ejemplo, no es lo mismo la resiliencia desde la psicología que desde la sociología, antropología o desde la física. En unas el significado sufrirá de variación y en otras será algo completamente diferente.
Para los lectores iniciales, las obras anotadas o comentadas serán de gran ayuda. Algunos textos mencionan personajes reales o ficticios, hechos históricos, obras escritas, canciones, esculturas, películas o pinturas que de no conocerse no significan nada y al perderse ese aporte referencial el mensaje no se interpreta en su totalidad.
Libros sencillos rara vez requieren de referencias de consulta, pero libros más completos y complejos no siempre se comprenderán en su totalidad sin soporte externo. 


Beneficios


1) Beneficios lingüísticos:
La lectura continua enriquece el léxico del lector y amplía su vocabulario. Una persona con un vocabulario rico y extenso puede expresarse mejor y comprender más rápido lo que lee o escucha pues no está limitada a términos básicos. No es lo mismo limitarse al término "rojo" que hacer uso de la gama de sinónimos que tiene: grana, gules, escarlata, carmín, carmesí, granate, rubí, coral, colorado, encarnado.

También mejora la calidad de la sintaxis del lector, mientras más se lee, más familiarizado se está con las diferentes formas en las que se pueden organizar los elementos de las oraciones y frases y mejor se comprende lo que estas estructuras quieren significar. Por ejemplo, significa exactamente lo mismo:
Nada tengo que ofrecerte.
No tengo nada que ofrecerte.
Aunque su estructura sintáctica varíe, el significado no. La primera forma es menos usual en el habla cotidiana del hablante promedio. La segunda, de doble negación, es más frecuente.
Un dragón verde mordió su espada.
Su espada mordió un verde dragón.
El orden de los factores no altera el resultado final siempre que se usen las estructuras sintácticas definidas por la gramática. Este es el segundo beneficio lingüístico.

La semántica: es la parte de la gramática de nos aporta la comprensión de los significados en las oraciones, frases, párrafos y expresiones. Mientras más leemos más la ejercitamos y más fácil comprendemos la diferencia de significados que una palabra puede tener según el contexto y que no están registrados en un diccionario común (quizás en uno de giros lingüísticos), por ejemplo:
Que alto ese hombre.
Nos da a entender según una semántica básica que el hombre en cuestión tiene una talla física bastante destacable.
Alto laburo tenés
Si no conocemos la referencia semántica no entenderemos. En el contexto regional argentino, la interpretación semántica nos habla de un puesto laboral de importancia, pues en la frase el adjetivo "alto" no significa dimensión física sino grado de importancia, "laburo" es el sustantivo regional del habla argentina para expresar ocupación. O por ejemplo:
En el ocaso de sus días,
el frío de la noche eterna
anidó en sus médulas secas
y la niebla de los tiempos ensombreció su luz
.
La semántica nos permite comprender el significado primario de los versos, y a la vez el significado connotativo que nos habla de una persona anciana que se ha quedado ciega por cataratas y que ha comenzado a morir. Sólo por la lectura constante desarrollamos la semántica y la manejamos con soltura y fluidez. 

La morfología y la ortografía: Leyendo continuamente nos acostumbramos a las variaciones de la forma de las palabras, es decir, su género y su número y evitamos incurrir en errores de escritura y/o habla. La morfología nos da las reglas de construcción de los géneros (femenino, masculino, neutro) y de los números (singular y plural) muchas de esas reglas las aprendemos por asimilación y familiarización, lo que nos ayuda a desarrollar una ortografía apropiada.

2) Desarrollo cognitivo.
La mente y la memoria humanas son expansibles y maleables, están siempre en continuo desarrollo y la lectura contribuye grandemente.
La información estimula la imaginación y la creatividad al mantener activo el pensamiento y la actividad sináptica. También mejora la calidad de procesos en la memoria y la vinculación de datos dispares para hallar conexiones posibles, eso nos permite generar súbitamente una imagen mental de don Quijote cuando vemos un molino de viento o pensar en Sherlock Holmes al ver una lupa y una pipa en el mismo espacio.
La variación en la lectura es importante para generar una base amplia de conocimientos y ensanchar la base de referencias.
Libros de ciencia, historia, arte, música, escultura, pintura, cocina, bordado, manualidades, supervivencia, viajes, deportes, arquitectura, cine, mecánica, computación, atlas de mapas diversos, mitología, arquitectura, revistas, enciclopedias, etc. Mejor si son ilustrados.

3) Desarrollo aptitudinal:
La lectura ha sido fuente infinita de inspiración para poetas, músicos, pintores, escultores, escritores, dramaturgos, científicos, pensadores y filósofos que desarrollaron sus aptitudes artísticas a partir de las lecturas realizadas. Mozart, Schubert y Beethoven se inspiraron en las obras greco latinas, Wagner en la mitología germánica y nórdica; Tchaikovsky en el folclore eslavo. Los compositores franceses e italianos de opera en la tragedia griega, la comedia francesa y el horror fantástico británico.
Pintura y escultura renacentistas y barrocas y posteriores tienen sus raíces en la literatura. Las escenas mitológicas son abundantes. El cine también se ha visto beneficiado con la lectura que directores y guionistas han realizado en su vida. Incluso la ciencia aeronáutica y la robótica surgieron de las novelas de ciencia ficción.


4) Desarrollo psicológico:
La lectura de literatura nos coloca en escenarios que no hemos vivido pero que podemos recrear gracias a la capacidad de alteridad y al potente simulador de realidad virtual que es nuestro cerebro por la imaginación. Eso nos permite colocarnos en situaciones de dilema moral o existencial de donde colegir un aprendizaje que nos ayuda a desarrollar nuestra personalidad y ganar madurez psicológica.
Así podemos ser un Edipo sufriente por su tragedia, avergonzado de yacer con su madre y matar a su padre. O un príncipe Rama luchando contra  los demonios para rescatar a su amada mientras se gana un lugar de gloria en el mundo.
De qué otra manera podríamos ser un Meursault y enfrentar la absurdidad de la gente por tomar un café con leche en el velorio de nuestra madre. O un Raskolnikov arrepentido que muere de culpa por matar a la vieja casera de un hachazo cuando el sol golpeaba la pared amarilla, o el personaje de Poe que enloquece oyendo el corazón del viejo que mató y sepultó en su habitación.
También podemos lidiar con el dolor absoluto de amanecer siendo una cucaracha y saber que los tuyos sentirán asco y repulsión de ti al conocer tu situación y que al final acabarán matándote a leños sin la menor consideración. O luchar contra la fuerza abrumadora de la obsesión fatal al convertirnos en Ahab y perseguir a Moby Dick hasta las aguas mismas del infierno. E incluso llegar a sentir el miedo ineludible de ser perseguidos por las consecuencias de nuestras acciones y de nuestra soberbia como el malhadado de Victor von Frankenstein.
La riqueza de situaciones que nos presenta la lectura, bien aprovechada, nos permite una mejor comprensión de nuestra realidad al aportarnos referentes situacionales y nos amplía la gama de posibilidades de acción y de posturas a asumir.


5) Desarrollo social:
Es un beneficio indirecto y de largo plazo. Estar informado te libra del engaño y te amplía la visión del mundo. Te hace más tolerante y comprensivo y te facilita la interacción con otros individuos.
La comprensión situacional te preparará para situaciones similares en la vida cotidiana y el bagaje acumulado te facilitará la comprensión. Las conversaciones de distintos tópicos no serán un problema. Las referencias en el cine, la música y otros ámbitos artísticos serán fácilmente identificables.

Someramente estos son algunos de los mitos y beneficios de la lectura.

Comentarios

  1. Me gusto, ya que me recordó varias lecturas mientra iba leyendo en el desarrollo psicológico.

    Al mismo tiempo me recordó como la gente lo ve a uno como raro y extraño cuando se aborda un tema X no importando si tiene o no un nivel académico, debido que si uno argumenta el porque no esta de acuerdo, con quien o quienes se esta hablando/discutiendo, al no tener una respuesta o argumento, lo primero que hacen es ataques personales, olvidando el tema principal.

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